Trabajos en Madera: Caja de frutas restaurada

Buenas tardes a tod@s.
Hoy queremos mostraros como decorar una sencilla caja de frutas que, además, nos servirá para almacenar todo nuestro material de trabajo, y de esta manera, además de lucir en nuestra habitación, estarán todas nuestras cosas perfectamente ordenadas.
A ver que os parece 🙂

Hemos elegido este modelo de caja, pero hay mucha variedad (en cualquier frutería o mercadillo podríais pedirla, ya que suelen tirarlas).
Materiales:
- Caja de madera
- Pinturas acrílicas: blanca y verde
- Lija de grano fino
- Base de imprimación o gesso
- Pincel grueso
- Apliques de madera tallada (tiendas de bellas artes o venta online)
- Cuerda
- cartulina
- Tela autoadhesiva (con motivos florales)
- Washi tape (cinta decorativa autoadhesiva con motivos florales)
- Cinta fina de raso
- Betún de judea
- Paño viejo
- Tijeras o cutter
- Pistola de silicona caliente
- Cola fuerte para madera
Comenzamos a trabajar:

1. Lo primero que tenemos que hacer es lijar la caja para que no quede ninguna astilla o imperfección en la madera. Después le damos una capa de imprimación o gesso, para que después la pintura se adhiera mejor.

2. Una vez seca esta capa de imprimación, aplicamos la pintura acrílica. Para ello vamos a utilizar la técnica de multicarga: consiste en aplicar a la vez dos o más colores en una sola pincelada, de manera que estos colores no se mezclen en el pincel y cree degradados de esos colores al aplicarlo en la caja. Con esto conseguiremos este aspecto tan espectacular.

3. En los apliques de madera tallada aplicamos también la base de imprimación, para que queden bien sellados actuando como tapaporos. Cuando esto seque, damos una capa de pintura blanca y verde, directamente en la pieza de madera (con la misma técnica multicarga que hemos utilizado anteriormente en la caja).

4. Como queremos que estos detalles tengan un aspecto envejecido, utilizaremos betún de judea, a base de pinceladas sueltas por cada pieza.

5. Ahora arrastramos el sobrante con un paño seco.

6. Cortamos una cartulina blanca, con las mismas medidas de la base de la caja. Y la colocamos al fondo de la caja.

7. Pegamos la tela autoadhesiva a la cartulina, para decorar el fondo de la caja.

8. Con la pistola de silicona caliente, pegamos la cuerda, enmarcando el contorno de la cartulina y la caja, embelleciendo de esta manera los defectos que pudieron quedar al pegar la cartulina.

9. Una vez seco, pegamos con cola fuerte los apliques de madera en la caja.
La caja está casi lista. Solo nos quedan los últimos detalles: el washi tape y la cinta de raso.
10. Quitamos el protector del washi tape y pegamos la zona que queremos destacar.
11. Y por último, con la pistola de silicona, bordeamos la caja con la cinta de raso.
Por fin tenemos nuestra casa terminada. 🙂
Si os ha gustado, no dudéis en compartirlo.
Muchas gracias fourmigas!! 😉
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