Puebla de Sanabria

Puebla de Sanabria

Puebla de Sanabria. Vista panorámica.

¿Tenéis ganas de conocer uno de los pueblos más bonitos de España?

Pues no os perdáis este post, dedicado en exclusiva a PUEBLA DE SANABRIA.

Detalles florales en los balcones.

Para situarnos geográficamente, tenemos que desplazarnos al noroeste de la provincia de Zamora, en la zona limítrofe con Portugal, Galicia y la provincia de León.

Es la capital de la comarca de Sanabria, y pertenece al Valle de Sanabria, que está rodeado por las sierras de la Cabrera al norte, la de la Culebra al sur (Reserva Regional de Caza y habitat natural de lobo ibérico), la de Segundera al oeste, y el territorio más llano, de La Carballeda, al este, preludio de la depresión del Duero.

Su casco urbano está cobijado entre el arroyo Ferrera y los ríos Tera y Castro, que le han dado su especial fisonomía de espigón.

Casa típica de Puebla de Sanabria.

Casa típica de Puebla de Sanabria.

Su ubicación estratégica junto a la frontera con Portugal, hizo que fuera una villa fortificada y amurallada, siendo una gran protagonista en la formación histórica del territorio que le rodea.

 


Un poco de historia…

Su rico patrimonio arquitectónico y monumental la llevó en 1994 a ser villa declarada «Bien de Interés Cultural» en la categoría de Conjunto Histórico.

Es la población de mayor importancia histórica y monumental de toda la comarca. La posición de su casco urbano es principalmente defensiva, pues se sitúa en un prominente montículo que se eleva sobre los ríos Castro y Tera. Además de las defensas naturales, la villa se encuentra fortificada desde los siglos XII-XIII. Su situación estratégica y la proximidad a la frontera portuguesa permitieron que su papel defensivo se reforzase con la construcción del Fuerte de San Carlos a principios del siglo XVIII.  El poder militar, económico, eclesiástico y político que la villa de Puebla concentró a lo largo de los siglos es el que ha generado el rico patrimonio arquitectónico y monumental que hoy podemos contemplar.

Alfonso IX de León la convirtió en una de sus pueblas el 1 de septiembre de 1220, tras concederle una carta puebla inspirada en el Fuero de Benavente. La razón última de otorgarle esta distinción, surgió de la necesidad de crear en la zona un sólido bastión leonés que reforzara la frontera con Portugal, idea que se ve reforzada con la coetánea reedificación y mejora de castillo y murallas de esta villa.

Su última batalla fue contra las tropas napoleónicas, y gracias a su fuerte defensivo, pudieron derrotarlos.

 


Comarca de Sanabria.

Además del casco histórico de Puebla, tan bien conservado, la Comarca de Sanabria goza de bellísimos parajes naturales.

El parque natural

Este espacio natural se sitúa a unos 12 kimómetros desde Puebla de Sanabria, en el extremo noroccidental de la provincia de Zamora, entre las sierras Segundera y Cabrera.

Parque natural del Lago de Sanabria.

Parque natural del Lago de Sanabria.

Fue declarado «Sitio Natural de Interés Nacional» y «Paraje Pintoresco» en 1953 y Parque Natural en 1978. Principal objetivo: preservar la morfología que esculpieron los glaciares en sus rocas, la pureza de las aguas, la riquera de su flora y la diversidad de su fauna, muy rica en especies de anfibios: ranas, sapos, salamandras y tritones.

Ocupa una extensión de 22.365 hectáreas, y dentro de sus límites se encuentra el lago glaciar más grande de la península iberica, así como varias lagunas dispersas por la sierra y distintos vestigios del fenómeno glaciar: valles encajados, morrenas, cañones, etc.

La altitud del parque varía entre los 997 metros en las orillas del lago, hasta los 2.124 metros del pico de Peña Trevinca (el pico más alto de los Montes de León), donde nace el río Tera.

Exterior del Parque de Sanabria.

Exterior del Parque de Sanabria.

Flora: destacan principalmente robles, abedules, sauces, acebo y tejos. También abundan los fresnos y castaños.

Fauna: reptiles, roedores, y hasta más de 76 especies de aves y 17 de grandes mamíferos. Entre todos ellos destacan la perdíz pardilla, el águila culebrera, el lobo y la nutria (emblema del parque).

El Lago de Sanabria

Hace unos 100.000 años, en el Pleistoceno Superior (un período con grandes glaciaciones), un impresionante glaciar con lenguas de hielo de más de 20 kilómetros sirvió de origen al actual Lago de Sanabria. Hoy, sus 318 hectáreas de superficie fluvial (aproximadamente, 1,5 Kms de ancho por 3 Kms de largo) y una profundidad que alcanza hasta los 53 metros, lo convierten en el mayor lago natural de la Península Ibérica y uno de los mayores de toda Europa (siendo el mayor de origen glaciar).

Lago de Sanabria. Al fondo, los Montes de León. En Peña Trevinca nace el río Tera, que desemboca en el lago.

Lago de Sanabria. Al fondo, los Montes de León. En su pico más alto,  Peña Trevinca, nace el río Tera.

Gracias al glaciar, también se formaron abundantes circos glaciares que ahora se han convertido en más de veinte lagunas distribuidas a lo largo de todo el Parque Natural, diversos cañones e innumerables cascadas y regatos que rodean todo el perímetro del lago.

El río Tera constituye el principal sistema hídrico de entrada y salida. A unos 2 Km, por encima del lago, el río Cárdena y el río Segundera se unen al río Tera como sus primeros afluentes, estos dos ríos cuentan con seis embalses que conforman la cuenca hidrográfica del lago, y con una gran cantidad de humedales y lagunas de pequeña extensión.

El lago cuenta con varias playas de arena y piedra entremezcladas con árboles y naturaleza. En las que está permitido tanto el baño como la pesca. También existen campings cerca del lago que dan acceso a recodos del mismo para poder disfrutar de baños veraniegos.

Playa Custa Lago.

Playa Custa Llago.

El parque goza de todas las comodidades, como servicios de hostelería, merenderos, alquiler de barcas y zonas acondicionadas para el baño. Además, se puede disfrutar al aire libre de deportes acuáticos como el buceo, la vela, el windsurf o el piragüismo.

Aquí se encuentran los restos del antiguo Balneario de Bouzas (finales del siglo XIX), situado en un pintoresco paraje en la orilla derecha del lago. Donde siguen fluyendo sus aguas medicinales sulfurosas, que se vertían en unas bañeras desde una fuente.

Desde comienzos del 2011, el lago cuenta con un catamarán eólico-solar, el Helios Cousteau, dotado con el equipamiento necesario para realizar recorridos didácticos y turísticos y facilitar la investigación subacuática. También dispone de una cámara de video acuática con la que se va viendo el fondo del lago durante la travesía. Al barco se accede a través de Custa Llago, la playa principal del lago de Sanabria. A pocos metros de la playa, existe un cortado de piedra subacuático de unos 10 metros de longitud, que es uno de los principales atractivos para los curiosos del glaciarismo y que se podra apreciar desde el fondo de este barco. La excursión en el crucero dura una hora y media realizando un crucero medioambiental hasta Isla de Moras y Bouzas.

Catamarán por el Lago de Sanabria.

Catamarán Helios-Cousteau por el Lago de Sanabria.


Existe una leyenda sobre el origen del lago, que tiene que ver con la Isla de Moras que allí descansa. Se basa en el pueblo «Valverde de Lucerna».

Hace muchos años, en el lugar que hoy ocupa el lago de Sanabria existía un pueblo llamado Valverde de Lucerna, rodeado de tierras fértiles y productivas, la gente del lugar era egoísta, y de actitud poco solidaria y caritativa.

La noche previa a la fiesta de San Juan, una noche lluviosa con truenos y relámpagos, una sombra se mueve lentamente en dirección al pueblo, el relámpago ilumina su vieja capa de lino, se apoya en un bastón del que cuelgan dos conchas, es alto, de barba larga y abundante cabello. Calado hasta los huesos llama a la puerta de una casa.

– ¿Quien llama a estas horas?. Le contestan desde el interior.

– Un peregrino que busca refugio y alimento para pasar la noche. Contesta.

– ¿Eres un peregrino?… Pues continua tu camino.

El hombre sigue caminando y tropieza por tres veces cayendo y volviéndose a levantar, insiste en otra de las casas, negándose el inquilino a abrir su puerta y darle cobijo.

En la última casa lo intenta de nuevo.

– ¡Por favor dejadme entrar!.

– Déjanos en paz y vete por donde has venido.

Cansado, hambriento y aterido de frío decide abandonar el pueblo, a la salida del mismo, en un altozano, ve un horno de leña, donde se encontraban unas mujeres cociendo pan, les pregunta si puede entrar, a lo que ellas acceden. Una vez que se hubo secado al calor del horno, las mujeres hacen un pequeño panecillo para dárselo, lo introducen en el horno y cuando intentan sacarlo comprueban que ha crecido tanto que no pueden sacarlo por la boca del horno. Van probando con trozos cada vez mas pequeños hasta que finalmente uno sale y se lo dan al misterioso peregrino. Este dirigiéndose a las mujeres les dijo:

– Gracias por socorrerme realmente sólo vosotras sois dignas de ser salvadas en este pueblo, seguir en el horno y no salgáis esta noche. Voy a castigar a este pueblo, que no se acuerda, cuando están con el estomago lleno y calentándose a la lumbre, de los que pasan hambre y frío.

El hombre se despide de las mujeres recordándoles que se queden en el horno, una vez que ha llegado a las afueras del pueblo pronuncia esta frase:

– «Aquí clavo mi bastón, aquí brote un gargallón».

En el lugar donde clava el bastón empieza a brotar un gran caudal de agua, a las pocas horas el pueblo de Valverde de Lucerna queda totalmente inundado.

Al día siguiente, el sol ilumina el valle y un gran lago cubre lo que antes era el pueblo, solamente una pequeña isla en el lugar donde estaba el horno de leña sobresale del agua. (Es la Isla de las Moras).

Días más tarde un vecino con la ayuda de una pareja de bueyes «Redondo» y «Bragado» intenta sacar del fondo del lago las dos campanas de la iglesia, consigue sacar una pero la otra permanece en el fondo.

El día de San Juan (24 de Junio), las personas que son caritativas y generosas, se dice que oyen el tañido de la campana que reposa en el fondo del lago.

El 1 de junio de 1930, Miguel de Unamuno visitó el Lago de Sanabria, lugar del que quedó prendado y en el que se inspira para escribir el libro «San Manuel Bueno, mártir» en el que dejó dos poesías, siendo la primera de ellas referida al pueblo de San Martín de Castañeda. La segunda, de rima más artificiosa, se refiere a esta leyenda de Valverde de Lucerna.

 

Casa del Parque. Lago de Sanabria

A 8 kilometros del Lago, en dirección Puebla de Sanabria, nos encontramos con este espacio donde el visitante podrá observar y apreciar los diferentes hábitats del Parque Natural, diferenciando dichos hábitats según la altitud. Se sitúa en la carretera entre Rabanillo – Galende . Hace la función de Oficina de Turismo del Parque.

Casa del Parque. Lago de Sanabria.

Casa del Parque. Lago de Sanabria.

 

Casa del Parque.

Casa del Parque.

 



UN PASEO POR EL CASCO HISTÓRICO

Una vez hemos conocido el lago y el parque, nos decidimos a coger el coche para visitar el casco histórico de Puebla de Sanabria.

Su condición fronteriza ha hecho de ella una Villa que en la actualidad está declarada Conjunto Histórico Artístico. La singularidad de sus momumentos y su cuidada arquitectura civil, protegida por recintos amurallados, hizo que en el año 2017, la Villa se uniera a la lista de los Pueblos más bonitos de España.

Puebla de Sanabria. Vista panorámica.

Puebla de Sanabria. Vista panorámica.

Aparcamos muy cerquita, para comenzar a callejear y perdernos por todos sus rincones. Y es que Puebla de Sanabria es puro placer para la vista.

Recorrer el pueblo no lleva mucho tiempo, así que realmente vale la pena darse un pequeño paseo,… ¡aún sabiendo que encontraremos empinadas cuestas y largas escalinatas!

Puebla de Sanabria.

Calle Costanilla. Puebla de Sanabria.

Comenzamos la ruta por la Calle Costanilla, en donde se puede ir subiendo hasta la parte más alta de la Villa, por la Plaza de Armas. De ahí se puede continuar por la empinada Calle Rúa hasta la Plaza Mayor, en donde se encuentran algunos de los edificios más interesantes del pueblo, como son la Iglesia de Nuestra Señora Azogue y el Ayuntamiento. Detrás se puede ver la Ermita de San Cayetano y a unos cuantos metros el Castillo.

Callejuelas para perderse por los rincones maravillosos de Puebla de Sanabria.

Callejuelas para perderse por los rincones maravillosos de Puebla de Sanabria.

 

Calle Rúa. Puebla de Sanabria.

Calle Rúa. Puebla de Sanabria.

 

Aquí os dejamos un callejero, para aquellos que necesiten un mapa de orientación:

plano

Callejero

Ahora vamos a hacer una parada en los edificios más emblemáticos del casco histórico:

El Castillo de los Condes de Benavente

Es uno de los primeros destinos de la ciudad. Se encuentra situado en un cerro en lo más alto de la villa, por lo que este castillo ofrece una hermosa vista del río Tera y de casi todo el pueblo.

Construido a mediados del siglo XV por orden de don Rodrigo Alonso de Pimentel y doña María de Pacheco, IV Condes de Benavente.

Escalinata de acceso al Castillo de Puebla de Sanabria.

Escalinata de acceso al Castillo de Puebla de Sanabria.

Es un castillo-fortaleza construído en sillería de granito con un recinto amurallado de planta cuadrangular y unas torres de planta circular. Su Torre del Homenaje, conocida como «El Macho», se levanta en el centro del Castillo, dominando todo el valle. Está protegida por un puente voladizo.

Torre del Homenaje, conocida como el Macho. Castillo de los Condes de Benavente.

Torre del Homenaje, conocida como «el Macho». Castillo de los Condes de Benavente.

Dentro del recinto encontramos la Oficina de Turismo, donde se puede comprar la entrada. Tan sólo cuesta 3€ y engloba varias visitas: el Castillo, el Museo de Gigantes y Cabezudos, la ermita de San Cayetano y la Escuela Micológica de Ungilde.

Vistas desde el Castillo.

Vistas desde el Castillo.

En el Castillo se puede visitar: La Casa del Gobernador, la Torre del Homenaje (con información histórica) y la Casa de la Cultura (con la Biblioteca Municipal, Sala de Exposiciones y Salón de Actos).

El recorrido es muy completo, ya que incluso se puede subir a las almenas.

 

Dejando atrás el Castillo y bajando la pendiente, llegamos a la Plaza Mayor, donde nos encontramos con tres importantes edificios arquitectónicos: la Iglesia de Nuestra Señora del Azogue, la Ermita de San Cayetano y el Ayuntamiento:

Iglesia de Nuestra Señora del Azogue

Esta bonita iglesia fue construida a finales del siglo XII y a principios del XIII, aunque ha tenido varias transformaciones en siglos XVI, XVII y XVIII.

Santa María de Azogue.

Nuestra Señora del Azogue.

Tiene planta de cruz latina, con cabecera poligonal y reforzada por contrafuertes que sirven para sostener un crucero con bóvedas de crucería.

En su interior llama la atención el retablo renacentista.

Retablo renacentista. Nuestra Señora del Azogue.

Retablo renacentista. Nuestra Señora del Azogue.

Destaca su fachada occidental por su antigüedad y la originalidad de sus detalles. Las figuras de piedra de pizarra que hacen de columnas (como sucede con las Cariátides en la Acrópolis de Atenas), se cree que pudieran proceder de otro templo anterior.

Jambas de la portada occidental. Nuestra Señora del Azogue.

Jambas de la portada occidental. Nuestra Señora del Azogue.

Tiene el nombre de la patrona de la Villa, Señora del Azogue. Este nombre es de origen árabe, que significa «mercado», indicando el uso mercantil que tuvo la Plaza Mayor.

Nuestra Señora del Azogue vista desde lo alto del Castillo.

Nuestra Señora del Azogue vista desde lo alto del Castillo.

Llama mucho la atención ver que esta no es la virgen más venerada por el pueblo, la más venerada es la Virgen de las Victorias, que la encontramos en su interior. En su honor se celebran las fiestas patronales el 8 y el 9 de septiembre.

Coro de la iglesia.

Coro de la iglesia.

Ermita de San Cayetano

Esta ermita se encuentra entre la Iglesia de Nuestra Señora del Azogue y el Castillo. De hermoso estilo Barroco, construida en el siglo XVII por la familia Osorio. En ella se encuentran los diferentes pasos de la Semana Santa de Puebla.

Plaza Mayor presidida por Santa María de Azogue, y a su izquierda la ermita barroca de San Cayetano.

Plaza Mayor presidida por Santa María de Azogue, y a su izquierda la ermita barroca de San Cayetano.

En interior cuenta con una sola nave dividida en dos tramos. La entrada con techo de bóveda de cañón y el altar con una cúpula adornada por yesería.

Lamentablemente suele estar cerrada al público, aunque podéis contactar con la Oficina de Turismo (en el Castillo) y concertar una visita guiada.

 

Ayuntamiento de Puebla de Sanabria

Una sobria edificación que se hizo durante la época de los Reyes Católicos. Consta de dos plantas porticadas con elegantes torreones a ambos lados. La planta superior crea una galería y la inferior un bonito pórtico.

Plaza Mayor y Ayuntamiento.

Plaza Mayor y Ayuntamiento.

Salimos de la Plaza Mayor y bajamos por la Calle Florida, hasta el punto en que cruza con la Calle San Bernardo, para visitar el Museo de Gigantes y Cabezudos.

Museo de Gigantes y Cabezudos

Este museo se aloja en uno de los muchos edificios históricos de Puebla, por lo que puede pasar desapercibido. Se integra muy bien en el conjunto de la ciudad. Pero en su interior es posible ver unas figuras de gran valor etnográfico e histórico. Es una tradición que data de mediados del siglo XIX y tiene una gran importancia en Puebla de Sanabria. Son 33 cabezudos y 10 gigantes que forman parte del patrimonio inmaterial de esta villa cuando comenzaron a desfilar por las calles en las fiestas de las Victorias.

Museo de Gigantes y Cabezudos.

Museo de Gigantes y Cabezudos.

Casas blasonadas

Una vez recorrido el casco histórico, queremos hacer memoria recordando su tipología arquitectónica, con bellísimas casas de dos plantas, en piedra y con balcones llenos de flores.

Conservan ese aire señorial heredado de una época de esplendor económico y social que aún puede percibirse en numerosos detalles de sus calles y edificios más emblemáticos. Los blasones aparecen en sus fachadas, grandes modillones sustentan los aleros y algunas de las balconadas más hermosas de la Comarca. Los corredores son amplios y las galerías están casi siempre acristaladas. Además, los trabajos de rejería vienen a embellecer más aún estas ya de por sí atractivas construcciones.

Casas blasonadas.

Casas blasonadas.

Murallas

Aún se conserva buena parte de las Murallas que protegían todo este CONJUNTO HISTÓRICO-ARTÍSTICO, desde las cuales se contemplan vistas sin igual de la Comarca.

Se construyeron entre los siglos XII-XIII, a la par que el primer castillo. Sus muros tenían una anchura de  metro y medio, formando una planta poligonal irregular con tendencia a ovalada.

Parte de la muralla adaptada como mirador.

Parte de la muralla adaptada como mirador.

Este recinto se defendía por varios cubos y torres cuadradas dispuestas irregularmente a lo largo de todo el perímetro de la cerca. De aquellos cubos y torres hoy nada queda en pie. Contó con dos puertas de acceso, la conocida como de Enmedio o de la Villa y la Principal, luego conocida como de Sanabria. La primera, se protegía con dos torres cuadradas, y se localizaba hacia el sureste del recinto, en la actual Calle Rúa, junto a la Plaza de Armas. Esta puerta comunicaba directamente con el arrabal de Abajo pero no queda ningún resto. La segunda puerta, de la que tampoco quedan restos, se abrió hacia el noroeste, cerca del castillo, según muestran planos del siglo XVIII, y también contó con dos torres de defensa

 

Paseo fluvial por las riberas del río Tera

Y como todo pueblo, aquí también está la ruta del colesterol. La parte baja de Puebla de Sanabria cuenta con su paseo fluvial, conocido como Choperas.

Río Tera. Puebla de Sanabria.

Río Tera. Puebla de Sanabria.

 

Vistas del río Tera.

Vistas del río Tera.

 

Pero no podemos irnos sin disfrutar de un café (¡somos muy cafeteras!) en cualquiera de las terrazas que encontramos en el casco histórico, con bonitas vistas de la montaña y el curso del río.

Agradables terrazas para disfrutar de un café con vistas al río Tera.

Agradables terrazas para disfrutar de un café con vistas al río Tera.

Os recomendamos la visita a Puebla de Sanabria en cualquier época del año. Un lugar que, sin duda, no pasará desapercibido ante la retina de vuestros ojos.

 

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