Un paseo por la ciudad de Pontevedra

¡Muy buenas tardes, fourmigas!
Os proponemos un plan de callejeo que os encantará, porque no hay mejor manera para conocer bien un pueblo o una ciudad, que perderse por sus calles.
Nuestro post de hoy se centra en la preciosa ciudad del río Lérez:
Pontevedra
Además de recorrerla caminando, también os recomendamos coger la bicicleta, ya que desde la implantación de la zona 30 (límite de velocidad máxima de 30 kilómetros por hora en toda su zona urbana), es un lugar perfecto para peatones y ciclistas. Y al ser una ciudad llana, hace que nuestro paseo sea mucho más agradable.

Pontevedra.
Pontevedra incluye historia, cultura, ocio y arte. Un lugar único que no debéis dejar de visitar.
Esta «Boa Vila» es la capital de la provincia, y está erigida sobre unas colinas enclavadas sobre el río Lérez.
Pontevedra e boa vila
da de beber a quen pasa
a fonde da Ferraría
San Bartolomé na praza
Posee uno de los conjuntos históricos más hermosos y mejor conservados de Galicia.
Esta comarca puede presumir de grandes canteros, los cuales hacen increíbles obras de arte con el material más abundante y rico de nuestra tierra: el granito.
Sus calles y plazas tienen nombres gremiales que nos recuerdan su antigua actividad comercial, y están repletas de edificios de arquitectura religiosa, civil y popular. Su desaparecida muralla estaba flanqueada por 7 puertas.
Un viaje al pasado: A Feira Franca
Recordando esa maravillosa época medieval, cabe destacar aquí una de las fiestas más concurridas y populares de Galicia, a Feira Franca, que se celebra el primer fin de semana de septiembre (este año 2018, coincide en viernes 31 de agosto y sábado 1 de septiembre).
Vista de la Plaza de la Herrería con la Feria Franca.
Todo el casco histórico es trasladado a pleno siglo XV, desarrollando un gran mercado medieval donde la artesanía, la gastronomía, los torneos caballerescos, la recreación del transporte del vino, la animación en la calle y otras actividades históricas y culturales son las auténticas protagonistas.
Esta fiesta revive la época del rey Enrique IV, hermano de Isabel la Católica, el cual concedió en el año 1467 a la ciudad de Pontevedra la autorización para la celebración de un mercado libre de impuestos cuya duración se prolongaba durante un mes.
Feria Franca 2017. Pontevedra
Si queréis conocer más sobre esta fiesta pontevedresa, pinchad en este enlace: Feira Franca
Aquí podréis descargaros el programa de este año 2018.
Comenzamos nuestro itinerario:

Itinerario de la ruta a pie. Pontevedra ciudad.
Es una ruta circular, por lo que nuestro punto de partida y llegada es el Parque de la Alameda.

La Alameda
Este gran parque está rodeado por edificios muy representativos como son: el Ayuntamiento y el Pazo de la Diputación (ambos del siglo XIX) o la Subdelegación del Gobierno.

El ayuntamiento de Pontevedra decorado con todos los detalles de su Feria Franca, una de las fiestas medievales más conocidas de la comarca, que se celebra el primer fin de semana de septiembre.

Pazo de la diputación provincial

Monumento al soldado. La Alameda. Pontevedra.
Pero sobre todo nos interesa destacar en este gran parque, uno de los edificios más importantes del Museo de Pontevedra, donde haremos una parada:
Ruínas de Santo Domingo
Estas ruinas góticas forman parte del Museo de Pontevedra, y son las únicas que se conservan del antiguo Convento de Santo Domingo, construido por los dominicos en el S.XIV. Su cabecera es excepcional en el gótico gallego, pues goza de 5 ábsides.

Ruinas de Santo Domingo
En su interior se conservan elementos de alto valor artístico e histórico: sarcófagos y sepulturas de personajes como el caballero Tristán de Montenegro y una valiosa colección de escudos heráldicos de la antigua nobleza gallega. Es una de las sedes del Museo de Pontevedra, y el edificio más antiguo. También estuvo aquí enterrado el noble gallego del s. XV Pedro Álvarez de Soutomaior, popularmente conocido como Pedro Madruga.

Altar mayor. Ruinas de Santo Domingo
En la Alameda nos encontramos también con un monumento que merece especial mención, dedicado a los Héroes de Ponte Sampaio, los cuales se enfrentaron a las tropas napoleónicas francesas en el año 1809.

Monumento a los héroes de Ponte Sampaio
Dejando a mano izquierda el Ayuntamiento, caminamos por Rúa Michelena, que desemboca en Praza da Peregrina:

Rúa Michelena, que nos lleva a la Praza da Peregrina.
Pero antes de llegar, nos desviamos a la izquierda, por Calle Fernández Villaverde, para hacer una pequeña parada en Praza de Curros Enríquez, con sus fuentes del siglo XIX, creadas en hierro.

Praza de Curros Enríquez (antiguamente conocida como Praza do Hospital).
El final de esta calle nos guía a Praza da Peregrina, una de las principales de la ciudad, considerada el corazón de Pontevedra. Conecta la zona nueva con el casco antiguo de la ciudad y es uno de los puntos más frecuentados por los pontevedreses. Destacan sus tradicionales terrazas, especialmente concurridas durante el verano.

Praza da Peregrina.
Santuario de La Peregrina
En esta plaza de la Peregrina, se sitúa su afamado santuario, que data del siglo XVIII y es una joya barroca con rasgos neoclásicos.
Es muy curiosa su planta en forma de vieira, única es España. Aunque la patrona de la ciudad es la Virgen de la O, por la Peregrina se tiene una gran devoción. Es punto de parada obligada para todos los peregrinos que hacen el Camino Portugués, a los que la Virgen Peregrina ofrece su protección.

Iglesia de la Peregrina.
Hacemos alusión también, en esta plaza, a la escultura del Loro Ravachol, famoso en la ciudad a finales del siglo XIX. Muy conocido por estar presente en muchas de las tertulias de Pontevedra junto a su dueño, el boticario Perfecto Feijóo. Murió en 1913 durante el Carnaval y como recuerdo, la ciudad recrea todos los años el entierro del Loro al final de los Carnavales, sustituyendo el entierro de la sardina que se celebra en la mayoría de las ciudades españolas.

Loro Ravachol
Continuamos la ruta, desviándonos a la izquierda, donde ya veremos la amplia Praza da Ferrería, con la Iglesia de San Francisco en lo alto.

Praza da Ferrería.
San Francisco
Se contruyó, casi en su totalidad en el siglo XIV. Esta iglesia conventual de los franciscanos es una obra maestra del arte de las órdenes mendicantes que llegaron a la ciudad en la época de su primer esplendor. Fue declarada monumento histórico-artístico en 1896. En su interior podemos destacar la sepultura de Paio Gómez Charino, trovador, almirante del mar, perteneciente a una de las familias nobles de la época.

Convento de San Francisco.

Vidrieras que embelllecen la cabecera de San Francisco (Pontevedra).

Convento de San Francisco.
Desde esta plaza, accedemos por el Paseo A. Odrionzola y Calle Pasantería, para conocer la afamada Praza da Leña, donde antaño se vendía la leña para calentar las cocinas.

Praza da Leña. Pontevedra.
Allí enfrente se sitúan tres pazos barrocos que actualmente albergan parte del Museo de Pontevedra, reconocido como uno de los museos más representativos de la historia, la arqueología y el arte gallego: el Pazo de Fernández López, y los de Castro Monteagudo y García Florez (unidos por un pasadizo a modo de puente).

Pasadizo que une los dos edificios del Museo de Pontevedra.
Museo de Pontevedra
Fue creado en 1927 con el patrocinio de la Diputación Provincial, con el objetivo de convertirlo en un centro de estudios y fomentar el conocimiento sobre la cultura gallega en sus distintas manifestaciones a lo largo del tiempo.
Consta de seis edificios:

A la derecha, los pazos Castro Monteagudo y García Florez, pertenecientes al Museo de Pontevedra. A la izquierda, la Plaza de la Leña.
Continuando por Pasantería, llegamos a una calle perpendicular que se conoce como la rúa Padre Sarmiento.
Aquí tenemos dos direcciones:
-
Si vamos por la rúa Padre Sarmiento, a mano derecha, el camino nos guía hasta el Puente del Burgo.
-
Pero si cogemos a mano izquierda, nos dirigimos a la Basílica de Santa María la Mayor.
Comenzamos el itinerario por la derecha, para conocer el Puente del Burgo. Y luego regresamos al mismo punto de partida para continuar nuestra ruta.
Lo primero que vamos a encontrarnos en esta calle, es el Edificio Sarmiento que, como mencionamos, pertenece al Museo de Pontevedra. A su lado, un imponente edificio religioso:
Iglesia de San Bartolomé

Calle Padre Sarmiento. Aquí vemos el Edificio Sarmiento (Museo de Pontevedra) y la Iglesia de San Bartolomé.
La Iglesia de San Bartolomé fue construida por los jesuitas entre los años 1.695 y 1.714. Es uno de los mejores ejemplos en Galicia inspirados en el barroco italiano. En el año 1.767, la orden fue expulsada de España.

San Bartolomé. Pontevedra.

San Bartolomé. Pontevedra.
En el primer tercio del siglo XVIII se ornamenta la iglesia con una maravillosa serie de retablos que están entre los mejores de la ciudad. Esos retablos conservan piezas de gran calidad atribuidas a Pedro de Mena (la Magdalena Penitente), Gregorio Fernández, Bieito Silveira o Gambino, y otros de la escuela Compostelana y Castellana.

Magdalena Penitente, de Pedro de Mena.
Al final de la rúa Padre Sarmiento, tropezamos con la Travesía Padre Amoedo, girando a la izquierda. Aquí localizamos, a mano izquierda, otro de los edificios que pertenecen al Museo de Pontevedra:
Sexto Edificio
Incorporado en el 2013. Está dotado para salas de exposiciones, tanto permanentes como temporales, talleres de restauración, auditorio con capacidad para doscientas personas, aparcamiento y cafetería.

Sexto Edificio. Exposición temporal dedicada al Antiguo Egipto (año 2014).
En sus 23 salas de exposición permanente, destacamos unas salas dedicadas a Castelao así como también a los pintores gallegos más relevantes, entre ellos, Sotomayor. Es importante mencionar también parte de la colección de pintura y escultura que existe, con obras de Berruguete, Murillo, Zurbarán, Ribalta, Ribera o Vicente López.

Fiesta gallega. Pintura al óleo, creada por Sotomayor.

Sala de exposiciones de Castelao.

Visita al Museo de Pontevedra (Sexto Edificio).

Exposición temporal dedicada al Antiguo Egipto (año 2014).
Una de las cosas que no os podéis perder de este museo es el tesoro de Caldas, el más importante de los tesoros prehistóricos exhumados en Galicia y norte de Portugal. Hallado en Caldas de Reis por un vecino que trabajaba poniendo los postes de una viña. Pertenece a la Edad del Bronce y todos los objetos hallados son de oro macizo.

Tesoro de Caldas de Reis.
Abandonamos el museo y nos dirigimos a la ribera del río Lérez. Desde aquí ya vemos el famoso Pontus Veteris:
Puente del Burgo

Ponte do Burgo.
El puente que vemos hoy cruzando el río Lérez, es de época medieval, con algunas modificaciones, ya que el puente romano que había dado nombre y origen a la ciudad (Pontus Veteris = Puente Viejo) estaba en ruinas y en el siglo XII fue reemplazado por el actual. Las murallas medievales comenzaban en un extremo del puente, protegiendo a la ciudad de los ataques.
Aunque la mitología atribuye la fundación de la villa a Teucro, lo cierto es que Pontevedra se convierte en ciudad por un suceso acontecido en este puente: Pontevedra en la Edad Media fue territorio ocupado en varias ocasiones por los portugueses desde que Portugal se independizó de la corona de León en el año 1140; por ello, en el año 1165 se firma «La paz del Lérez» en el puente de O Burgo, entre Alfonso I (Alfonso Enríquez), rey de Portugal, y el castellano Fernando II de León. El problema se resuelve cuando definitivamente se le concede el tratamiento de villa.
Cabe mencionar también que el puente forma parte del Camino de Santiago portugués.
Regresamos a la Calle Padre Sarmiento para dirigirnos a la Praza da Verdura, donde hasta hace pocos años se podían comprar los productos del campo.
En esta plaza destaca un edificio en particular, «A casa da luz», una construcción del siglo XIX que, como su propio nombre indica, era la sede de la primera fábrica de electricidad de la ciudad, siendo Pontevedra una de las primeras ciudades españolas en contar con este servicio. Hoy alberga la Oficina de Turismo de Pontevedra.

Plaza de la Verdura.
Rastro de Antigüedades
Todos los domingos por mañana, desde el año 1997, un grupo de comerciantes sacaba sus artículos a la Praza da Verdura. Pero con última crisis económica, las antigüedades dieron paso a la venta de productos de todo tipo: bicicletas, juguetes, ropa o herramientas eléctricas. Algunos de ellos procedían del mercado negro. A este descontrol, se unió un conflicto territorial entre los comerciantes y los hosteleros de A Verdura. Así que desde noviembre de 2015, el rastro se traslada a la calle Serra, frente a la Plaza de Abastos.
Unos pocos metros más allá, visualizamos la Praza de Méndez Núñez.
Antiguamente era conocida como Praza da Herva. El nombre actual de la plaza lo toma de la casa donde vivió el Almirante Casto Méndez Nuñez y donde murió en el año 1869.En esta casa, conocida como la Casa de los Montenegro, se celebraron a finales del XIX animadas tertulias de pensadores y escritores, entre ellos Valle Inclán, de ahí que exista una escultura de bronce presidiendo la plaza.

Praza de Méndez Núñez. Pontevedra.

Escultura de Valle Inclán.
Giramos a la izquierda por Calle Real, que nos lleva hasta Praza do Teucro, a mano izquierda. Es el nombre del arquero griego a lo que se le atribuye, según la mitología, la fundación de Pontevedra.

Praza do Teucro. Pontevedra
Subimos ahora por Rúa Princesa para llegar a Rúa de Isabel II; aquí está nuestra próxima parada: Praza das Cinco Rúas.

Praza das Cinco Rúas
Como su nombre indica, en esta plaza convergen cinco calles. Es sobre todo conocida por su «cruceiro» del año 1773, muy típico del arte popular gallego. Un monumento que Castelao describe en su obra «As cruces de pedra na Galiza». Originalmente estaba en Estribela (entre Marín y Pontevedra), pero al final de la Guerra Civil fue emplazado a este lugar. En su base vemos a Adán y Eva en el paraíso, con la manzana en la mano, y la serpiente en un lateral. En la parte superior, nos encontramos una representación de la Virgen María con el niño Jesús en un lado de la cruz, y al otro la crucifixión de Jesucristo.
Según Castelao, “Onde hai un cruceiro, houbo un pecado”. Y es que los «cruceiros» , aunque se discute mucho su significado, se decía que se construían en los cruces de caminos para espantar al diablo o a la Santa Compaña, lugar donde se reunían esas almas en pena.

Cruceiro. Praza das Cinco Rúas
Aquí vivió algún tiempo el escritor Ramón María del Valle Inclán (su casa natal se encuentra en la localidad de Vilanova de Arousa). Es un lugar muy concurrido para ir de vinos y tapas.
Continuamos por la misma Rúa de Isabel II, que nos lleva a Praza de Santa María, con una de las iglesias más impresionantes de Pontevedra:
Santa María la Mayor

Basílica de Santa María.
Esta joya del gótico tardío se conoce como la Real Basílica de Santa María la Mayor. Data del siglo XVI y fue inaugurada en 1559 (podemos ver esta fecha esculpida en la bóveda de la nave central). Antiguamente existía una iglesia románica también dedicada a la virgen, pero se destruyó para construír la nueva basílica.
En el templo se unen elementos del Gótico tardío con componentes del Manuelino portugués y las novedades del Renacimiento.

Fachada occidental de la Basílica de Santa María. Pontevedra.

Lateral de la Basílica de Santa María.
Su fachada principal es de estilo Plateresco, obra del maestro Cornielis de Holanda. Se concibe como un gran retablo pétreo, de tres cuerpos, donde aparecen figuras tan curiosas como Teucro (fundador de la ciudad, según la mitología) con San Miguel y San Rafael, mezclando lo religioso con lo profano. Además cabe destacar una figura que nos llama especialmente la atención, porque lleva gafas: San Xerome (San Jerónimo). Lo encontramos a la derecha de la portada, en la parte inferior.

San Xerome. Basílica de Santa María.
A la izquierda de la puerta sur está la escultura del Cristo del Buen Viaje, donde acuden los devotos para que les conceda protección en los viajes que vayan a realizar.

Cristo del Buen Viaje.
El interior no es menos impactante, con sus bóvedas de crucería, sus capillas laterales y su altar mayor, del siglo XIX.

Interior de la Basílica de Santa María.
Os animamos a que subáis al campanario, pues podréis disfrutar de las mejores vistas de la ciudad.

Campanario de la Basilica de Santa María la Mayor.

Plaza de Santa María. Pontevedra.
Nuestra ruta llega a su fin, y nos desplazamos por la Avenida de Santa María hasta el punto de partida: la Plaza de la Alameda. Aprovechamos el tiempo que nos queda en la ciudad para tapear en cualquiera de las concurridas calles de vinos.
Esperamos que este post os ayude en vuestra próxima visita a esta hermosa ciudad de Pontevedra.
¡Feliz semana!
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